Media estación

Una noche triste para Marina después de haber descubierto a su "ex" con su secretaria, por eso se encuentra escapando y envuelta en llantos. Su vía es la línea A del subterráneo, donde sube a un vagón donde casi nadie queda. Agobiada por el calor abre la ventana mientras va pasando por sucesivos túneles. El subte pasa por varias estaciones: Piedras, Congreso,...
Un hombre se siente frente a ella aparentemente atraido por su belleza. Se siente incómoda por la presencia pero no asi por el ambiente. Legan a la estación Pasco, desagradable para ella por poseer un solo andén. El muchacho no deja de mirarla y cada vez se parece más a su ex en la mente de Marina, pero más joven. El ambiente cada vez se vuelve más pesado, se corta la luz como es usual y el subte cada vez va más lento. Al cortarse la luz ella ve algo que la deja atónita. Llegan a Alberti. Le pregunta al hombre de donde habia salido la estación que vio, la que estaba en el medio. Le propuso a Marina bajar y asi entender mejor la situación.
Se sientan en la mesa de un bar y Marina comienza a llorar descontroladamente. Marina le cuenta y finalmente dice: ...y estaban sentados en el andén con los pies en el aire. "Estaban muertos, estoy segura." Saca una conclusión de lo que le había relatado: "Vos me decís que entre Pasco y Alberti viste una estación a medio terminar, con dos muertos, corrijo, dos obreros muertos mirándote." Marina le agarra la mano y le dice que sí. Él piensa que esta loca pero le gusta demasiado para irse.
Nadie quiere dar información sobre el hecho pero para muchos no es una noticia nueva. Luego de una investigación se descubrió que los obreros eran tanos. Que ocultaron toda la verdad, completamente. Hasta que una señora habló sobre lo que le relataba su madre cuando era chica. Lo cierto es que cuando comenzaron la construcción de la Línea A el terreno no era resistente hasta que se desmoronó y se llevó la vida de dos tanos. Se rindieron después de varios intentos y a partir de ahi los ingleses se hicieron cargo de la obra. Como solución se construyeron dos estaciones medias y nunca se supo la verdad sobre la muerte de ellos dos. Al ser inmigrantes era más sencillo no decir nada y nadie reclamaría. En las bibliotecas ni registro de todo esto. Solo confiar en el boca a boca del barrio.
Esta en el lector creer o no en el mito.